Playa de Benijo

El paraíso escondido de Tenerife, con el verdadero embrujo de la belleza natural y salvaje. De negra y menuda arena volcánica, con aguas limpísimas y cristalinas, con hermosas crestas de lava emergiendo de ellas.
Una recóndita playa nudista situada al noreste de Tenerife, en la zona protegida Parque Rural de Anaga, en el caserío de Benijo, el cual le da su nombre.
Con su natural encanto salvaje, nos obsequia unos magníficos paisajes y unas incomparables y sublimes puestas de sol, que constituyen el deleite de los amantes de la fotografía. Nos ofrece una delirante belleza en su más puro estado para disfrutar, si así lo deseas, de tu cuerpo al natural y sentir el cálido abrazo de sus aguas y la calma de su entorno, procurando no adentrarse demasiado en ellas si se observa demasiado oleaje por sus fuertes corrientes.
El acceso se realiza en coche particular y no dispone de aparcamiento. Para llegar a ella debes tomar un sendero empedrado que inicia en la carretera desde el acantilado, bajar por unas innumerables y escarpadas escaleras, por lo que es ideal para los más osados y en forma y no recomendada para personas con movilidad reducida, niños, ni personas de avanzada edad, por la dificultad de su acceso.
Esta recóndita playa de estado salvaje no dispone de socorristas ni de ningún tipo de servicios, por lo que es recomendable llevar bebidas y alimentos, aunque al pie de la escalera que conduce a ella se encuentra un rinconcito donde podrás degustar un rico pescado o un delicioso pulpo acompañado de una refrescante bebida.
Playa de Benijo, para los más audaces y su belleza salvaje bien lo vale…